viernes, 12 de octubre de 2007

De lo fortuito que hubo en el encuentro entre Zappa Y Francisco Borregui y su apego al guión

Zappa, simpático sujeto, caminaba a través de una inencontrable satisfacción inmediata. No sabría nombrar con certeza el nombre de la calle oscura, con callejones como ramas y una gran pendiente hacia arriba. Llegó el momento (ignorado por él, como persona despreocupada) en que cualquier rumbo conocido desapareció de su mapa mental, de por sí, Guanajuato no era un sitio muy fácil para un primerizo. Allí, en la curva que dibujaba el movimiento de un automóvil con faros de halógeno, encontró a un hombre de semblante tranquilo, sentado con sus piernas estiradas y una luz de las que venden en el metro por diez pesos sobre las hojas del cuaderno que sostenía. Frankie, como se suele llamar Zappa cuando se siente un buen tipo, se sentó a su lado imitando su postura.

Zappa: Este final de mi caminata me ha puesto a pensar en esas últimas notas del Bolero de Ravel, pues mi andar más bien parecía una cómica sucesión de pasos sin rumbo.

F. B.: Y para mí tu llegada ha sido como ese momento entre la casi inaudible “Introduction” y “Vrooom” del disco homónimo, aunque este calificativo suene tanto a mis aborrecidos periodistas.

Zappa: Sin embargo, mi nuevo amigo, veo que tu escrito no está hecho en tono distinto al que un periodista suele utilizar en su redacción. No quisiera perder el detalle, o esa profundidad que a los escritores tanto les gusta presumir.

Francisco Borregui: Sólo es una sucesión de lugares comunes, unidos por conjunciones, aposiciones y una que otra preposición acorde al sentido que ambos quieren contener. ¿Encuentras mejor pasatiempo entre la sombra del muro y este falso ángulo que hace la curva?

Zappa: Cedo la razón a tu mayéutico cuestionamiento, pero difiero de la respuesta que esperas.

Francisco Borregui: Por eso es que no eras tú el que estaba en mi lugar, y sí el que vino a hacerme compañía… (Se asoma un poco hacia el guión) amigo Zappa.

Zappa: He de seguir con ese movimiento de extremidades inferiores… (hace lo mismo y echa una mirada al diálogo) estimado Borregui. Espero verte en las dedicatorias de publicaciones independientes.

Francisco Borregui: No puedo asegurarlo.

Zappa continuó en su interminable búsqueda inconsciente, digamos que ese objeto tan anhelado sólo se aparecía cuando menos quería pararse y caminar.


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Now playing: B.B. King - The thrill is gone
via FoxyTunes

4 comentarios:

Tales de Mixcoac dijo...

[...] y pensar en la escuadra casi-mortífera, donde no pueden simultáneamente ubicarse un viandante y un microbus que gire en la dirección de las manecillas del reloj; al menos que la excepción material ocurra... será mejor tomar precauciones durante la próxima caminata por Guanajuato

Anónimo dijo...

Ruego, cordialmente desde luego, que no utilicen mi nombre sin permiso previo. Espero dejar una marca en la historia, como es bien sabido, y me gustaría me avisaran cuando mis comentarios se publican en algún espacio público. Con todo, acepto que la reproducción de mis conversaciones con Zappa fueron representadas fielmente, aunque vale la pena señalar que no suelo ser tan poco efusivo como pareciera mostrarlo el texto escrito. Espero que mis comentarios sean de interés general y se respeten las peticiones solicitads en éstos. Gracias.

Anónimo dijo...

Buenas noches a todos los lectores. Escribo para señalar que lo relacionado a la publicación de mi nombre en este espacio ha sido todo arreglado y que no era más que un jocoso malentendido. Verán, este blog, creo que así los llaman, es propiedad de unos buenos amigos míos que intentaban hacerme una divertida broma relacionada con el día en que visitabamos el palacio nacional en la Ciudad de México, planeando aquéllo de la bomba metafísica, después de cometer el liegero crimen en los Biscochitos de Coyoacán... pero bueno, eso es un chiste local y no quisiera aburrirlos. Me basta mencionar que estoy feliz de formar parte de este espacio y recomendar su lectura a todos los viajantes del espacio cibernético.

Tahuantinsuyo dijo...

Agradezco la réplica y el comentario de repentina cordialidad del estimado Francisco F. Borregui. Como sea, será avisado cada que nos veamos en la necesidad de utilizar su buen nombre. También recuerdo la situación que generó ese chiste local que menciona (buena esa Borregui). Gracias por la recomendación, sé que su efusividad supera por mucho a la expresada en el diálogo, sin embargo, quienes convivimos junto a él sabemos que en esos lapsos que tiene con una pluma y un papel sus comentarios se vuelven más lacónicos y sobrios.