jueves, 25 de octubre de 2007

10 inscripciones en una pidera

(o de las observaciones de Efigenio Bacardi cuando, empujado por su azaroso devenir histórico, se detuvo en el café del Parque de la Conchita)


Dio a parar Efigenio en el café del Parque de la Conchita alguna vez. Atravezó las mesas redondas o redondeadas cargadas de existencia pseudo-óntica atareada en superficiales charlas sobre las más erróneas concepciones técnicas de lo más cliché de los novelistas del siglo pasado, mientras pensaba en más de un jocoso juego retórico de aplicaciones quasi-prácticas de haber ocurrido en voz alta. De todas formas ellos son gallinas, pensaba, aunque jamás hallan leído a Monterroso en fuentes directas. Fue entonces, mientras pedía su Levitasse, aunque no sabía qué clase de bebida ordenaba, que se acercó como nube en caída una servilleta que vanamente se imaginaría blanca, enrollada en su propio sér (aquí, cualquier opinión de Freud y su séquito debe quedar eliminada de antemano).

Inscripción en la servilleta:
Un instante es una unidad indivisible del devenir histórico, en la cual el tiempo se detiene.
Lista de posibles instantes:
1. Cuando un molino de viento se detiene (éste es el más frecuente).
2. Cuando un gato bosteza (especialmente a las 11:54 de una mañana soleada).
3. El momento entre la caída de la gota y la formación de la onda en un charco accidental del Parque de la Conchita.
4. El orgasmo.
5. Al tocar la quinta bemol (ésta es de los más bellos).
(Nota personal: investigar sobre otros 5 instantes posibles).

Observación de Efigenio Bacardi:
Ningún reloj, según me percato, ni siquiera los que tienen como 7 manecillas, posee poder sobre el tiempo. En este sentido es un mero instrumento y se parece a un museo. Claro, si muevo la manecilla de mi reloj la hora cambia, aunque el tiempo es el mismo tanto en el café de la conchita como en el baño de mi casa; así, un escusado en mi baño es un mero escusado, sin importar lo que diga el cartel del museo.

4 comentarios:

Tahuantinsuyo dijo...

Ese café trae unos recuerdos de clasificación-emotiva-dudosa. Por supuesto, habría sido bello encontrar alguna vez estas cinco inscripciones.
Pero es el defe... un lugar horrible con un montón de lugares bonitos y mal café, y esos sellos hablativos pseudo-ónticos.

Anónimo dijo...

Bonito (qué/quién? el comentario anterior?, el Sr. Bacardi?, CORTÁZAR?)

Anónimo dijo...

Bonito, sin duda, todo lo mencionado. La teoría del instante es poéticamente posible, así que la tomaré por cierta de antemano y dejaré mi licenciatura (estudio física) por algo más real, mucho más real, y no me refiero a la destrucción de los administradores, contadores y derivados, sino a la búsqueda del instante más poético.

Anónimo dijo...

Lo que ocurre en un segundo puede marcarte para toda la vida.

Me recordás a Cortázar.