viernes, 31 de octubre de 2008

Carta para saltar sobre charcos largos

Llueve por primera vez en la semana. Días y días secos, formados en tonos pastel que las pinturas óleo proporcionaron a la perfección, están siendo modificados por el agua que hace escurrir expresionistamente a la ciudad, otorgándole nuevas formas, en un accionar tan parecido al de un solo Zorn, o una improvisación Coltrane estrellándose contra los muros blancos para darles nueva vida –Zappa!, expresión onomatopéyica (¿cómo –no- hacer de un nombre una expresión?)-.

Nuevamente caminamos por Coyoacán, lo voy conociendo cada vez más y me gusta. Luce siempre brillante y poblado de esa magia que usted le da a las cosas; Coyoacán es usted tomándome de la mano y sonriendo como preludio a la iluminación absoluta *Beso*… y seguir caminando abrazados y felices: C’est la Vie –Dolce Vita-. Palabras universalizadas, como rara vez ocurre; palabras deslizándose en un susurro hacia sus labios: Te Amo! -¿Qué más puede ser la vida misma, palpitante?-

jueves, 30 de octubre de 2008

De una reducción anónima

Anochecía. Josu, recostado en el sillón con forro de gatitos naranjas entre hojas verdes curiosamente grandes, rasgaba a la señora Raynolds frente al resto del café de la tarde en una taza que compré en Puebla hace casi un año. "Ah, las guitarras siempre son iguales" dijo, con su voz de frases trágicas que tanto le conocíamos. Físico revisaba la edición de El libro de los 24 filósofos, sentado sobre el suelo junto a la cama. "Qué -dijo-, las cosas no están tan mal, además el Pony parece ser la tiniebla que permanece después de toda luz", y se reía mirando a Josu que no soltaba a la señora Raynolds, y que de todas formas siempre ha sonado igual, a señora Raynolds. "La tiniebla que permanece", repetí, apagando la moka barata que traje de Dinamarca y la de la vecina, que misteriosamente hervían su carga respectiva de spresso al mismo tiempo. La mesita de la sala ha sido siempre el más puro ejemplo de proto-proposición, pensé, de ser así, el Pony no tiene esperanzas de regresar a la selección de... ¿Chile?, creo. Efigenio observaba la Ciudad de México desde mi ventana en el Ajusco, dio el último trago de su Guiness y "al principo fue la E" dijo. Así comenzó todo.

martes, 21 de octubre de 2008

De una taquería junto al viaducto

La digndindad inductiva de los tacos al pastor nunca ha sido puesta en duda. La tela del juicio es probablemente el mecanismo más directo para ocultarnos debajo de la asamblea frente a la que comparecen esos datos sensuales que aspiran a ser nombrados como fiables.

Con la piña coronando una anatomía abundante en proteínas, vestida siempre con discos de maíz, la aparición del clan susodicho es fácilmente diagnosticable: Ese andar flotante sobre carruajes voladores es señal de preparar las salsas.

domingo, 19 de octubre de 2008

Apunte doloroso y ardidísimo

Si continúo así, para cuando cumpla los 25 años voy a tener un tabique latiéndome en el pecho.

miércoles, 15 de octubre de 2008

Oh

Después de varias pruebas instrumentales y proposicionales, la conclución es más que evidente:
Efigenio E. Bacardi es igual a sí mismo.

lunes, 13 de octubre de 2008

Aviso importantísimo para Calatayu

Calatayu! Luca Tony anda buscando trabajo, preguntó por ti. Partió en busca del gol-ahí, está convencido de que eso lo ayudará a mejorar su técnica de cabeceo. Le insistí en que el gol-ahí sólo puede hayarse en su estado de yecto cabe el mundo, y que eso ocurrió sólo una vez en 1986 cuando el gol y el no-gol se unieron en luminosa síntesis gracias a las extremidades del Demiurgo. Ese día comenzó el tiempo, le dije, antes el gol era inmóvil, infinito, incoloro, in, antes nos bañábamos todos todo el día en el mismo Heráclito. Está buscando trabajo, preguntó por ti, le conté del proyecto de Tales de Mixcoac pro-contrataques 3-3-4, pero busca algo más estándar. Si te llama, por favor, por Póllux, no le des mi número, todo él es una pseudoproposición. La forma simbólica de sus remates está en desuso.

domingo, 12 de octubre de 2008

Federico Fellini - Amarcord

La primera inspección deja unas cuantas dudas sobre la espalda:

1. ¿Qué es esa primera mancha inhiesta sobre sus cinco miembros inferiores, como rezando por el vuelo de las langostas?
2. ¿Cómo sumar el final de los manjares sin problemas de dicción?
3. Recordar la mirada de las focas desde el submundo es como pintarse un manojo de bigotes.

Recuerdo la secuencía de es película de FELLINI: Amarcord, donde el tío recién extraído del psiquiátrico organiza una revolución en pos de mujer montado cabalmente en un árbol:





y así es como venimos al mundo

jueves, 9 de octubre de 2008

inlunación

Mira como rotan tus dedos. Es el primer infierno que traes a cuestas; además lo que se dice vivir hace tiempo que lo dejaste de lado, como si no fueras a volver después de aquel arrebatamiento en las entrañas que te dejó más seco que un galgo, nadamás fuistes a puerto Ángel, como bien precavió mi madre, y has regresado amedrantosito, esperando que te haga todos los mandados que dizque por que te duelen las tripas, que dizque te dio un aire canijo en el mero centro del ombligo mientras corrías desnudo por la playa, y mirá que la decencia es importante en esta familia, pero quien nos manda a criar bonitos como ustedes; pues mirá que en primer lugar el haber corrido con la luna llena fue un error, quizás uno costoso y finiquitorio, pero siempre un error pasable, pero el haberlo hecho desnudo te trajo la desvergüenza al vientre, insuflada por la sonriente luna que es un alcahueta de lo peor, que nadamás le pasa por asomo que algo está sucediendo, y rápido se jala un par de nubes para no dejarse ver, y en cuanto se entera que hay un escape, y le hace falta alguien el brillo para no perderse entre la espuma del mar, sale rapidísimo, amarrada a un cohete, y pronto esta cayendo todo esto. Pero mírate nomás como estás, te me estás muriendo por esa herida de amores impuros, y solo pensás en tu fútbol y en que vaya por las caguamas.

domingo, 5 de octubre de 2008

Un Fragmento encontrado de Tahuantinsuyo

¿Cómo puedo expresar la forma en que el líquido invisible fluye en el cuerpo sufriente? Esa forma de crear espacios en el detestado tórax de la desdicha, anti-felicidad, terminología cliché, viejas cursilerías.
Entrego la mirada y la ausencia de motivos para los ojos a la nulidad de colores, dispersos en el horizonte ignoto, aquel que no interesa en estos momentos en que me tiñe un estado irascible y en cada palabra pretendo acertar un golpe contenido en espacio físico. Es como un impulso de devorar las manecillas y violar al tiempo, crear en las sábanas la estampa de la humedad salada que destiñe a la ilusión. Entonces sólo queda la simulación, cansancio que enmascara a los violines tenues que reverberan en las cavidades con ese tono trágico que recordamos de alguna película conocida.
Pero no. De nuevo hay que esperar por razones ajenas.

[¿Aparece entonces un monumento, un águila arpía extenuada por la labor de emancipación del ser, buscando sacar de si el exterior de una vejiga de flotación, una aliteración de escamas encasillando mascadas ancrónicas? la verdad está en un cubo de hielo]

miércoles, 1 de octubre de 2008

Un poema de Cortázar

HABLEN, TIENEN TRES MINUTOS

Hablen, tiene tres minutos

De vuelta del paseo
donde junté una florecita para tenerte
entre mis dedos un momento,
y bebí una botellas de Beaujolais,
para bajar al pozo donde bailaba un oso luna,
en la penumbra dorada de la lámpara
cuelgo mi piel y sé que estaré solo en la ciudad
más poblada del mundo.

Excusarás este balance histérico,
entre fuga a la rata y queja de morfina,
teniendo en cuenta que hace frío,
llueve sobre mi taza de café,
y en cada medialuna
la humedad alisa sus patitas de esponja.

Máxime sabiendo que pienso en ti obstinadamente,
como una ciega máquina, como la cifra que repite
interminablemente el gongo de la fiebre
el loco que cobija su paloma en la mano,
acariciándola hora a hora
hasta mezclar los dedos y las plumas
en una sola miga de ternura.

Creo que sospecharás esto que ocurre,
como yo te presiento a la distancia en tu ciudad,
volviendo del paseo donde quizá juntases
la misma florecita, un poco por botánica,
un poco porque aquí,
porque es preciso
que no estemos tan solos,
que nos demos un pétalo,
aunque sea un pasito, una pelusa.