miércoles, 10 de octubre de 2007

Preludio a la génesis de los gatos helecho, o Casi instauración del momento lúcido

Hay una manera de ver al mundo de nariz para arriba, dibujando intendencias, respiros y semicírculos con las pestañas... También existe ese otro modo, que resulta el más socorrido cuando se trata de obtener objetos capaces de saciar nuestros concupiscentes apetitos...
Lo mejor es cuando logramos colocarnos en el punto justo que nos permite observar la maravillosa danza de la materia acomodándose en formas vivas, mientras nos desplazamos con ansias de laburar, o comprar salmón, o pintar la casa, o invocar la musicalidad intrínseca de la rarefacción otoñal...

Los gatos helecho nacieron un día de invierno, formados por hojas de caducifolias. No preguntés de que especie, pues tal información solamente corrompe la capacidad discursiva... El color si es determinado, pues nos da la calidez necesaria: se desplaza entre el verde y el rojo, saltando para evitar las frecuencias color-sonoras detestables....
¿Qué manera de crear el mundo? ¿Qué forma de formar la fisionomía gatuna?, esperemos Bacardi nos ilumine pronto

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