En ese lugar solo se puede caminar por el andador hasta chocar con la pared; Lo que queda a continuación es girar un ángulo aproximado de 180 grados hacia cualquier dirección –izquierda o derecha del plano, al menos que se quiera terminar andando de cabeza o yaciendo en el suelo-, o practicar la reflexión del cuerpo entero con lo que se obtendría un resultado parecido pero con el inconveniente de quedar simétricamente invertido: diestra por siniestra.
2 comentarios:
De todas formas según desde donde se mire,siempre estamos en el mismo lado,casi a punto de desvanecernos...
un fuerte abrazo
Todo eso es verdad. Los que hemos caminado en San Cristóbal comprendemos que el destino siempre consiste en líneas semi-rectas que topan con pared.
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