El alba viste una máscara apacible
una cortina de tenue color naranja
falso cobijo de las horas posteriores.
“Invítame al laberinto irresoluble
Para dejar los ánimos en mis huellas
Regresar a ellas y crearme la nostalgia”
Pero el preludio nocturno no responde
Mi petición sólo escucha el silencio
Y temo entonces el amanecer inminente.
Vuelvo los ojos más allá de mi mano
La parsimonia con que se tiñe el cielo
No transforma el temor en costumbre previsible.
“Silencio
Viejo y gastado silencio
Ausencia que llena en cada instante.”
Es mi pequeño escape al olvido
A la secuencia visual que me pierde
“Eclipsa la reminiscencia hiriente
Deja en el tiempo la causa nula
Hasta verlo como salida evidente”.
2 comentarios:
"Invítame al laberinto irresoluble
Para dejar los ánimos en mis huellas." Me semeja una genialidad,querido amigo.
Un abrazo desde el sur.
mirá me costò la primer lectura y voví a arremeter, entonces.. tu poema me hizo sentir que el amanecer es solamente y nada más que humano.
un beso
ceci
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