Un primer día se dibuja
en espumoso perfil de ave.
El olor a café
y el dulce de papaya
cortada al rocío,
definen los contornos
del sol al levantarse.
Rezuma tranquilidad
de la sombra de un gato,
que antes fue torbellino
enmohecido de luna
vibrando para el jazz
en un aletear de dedos.
Todo lo invierno ido del firmamento
se desgaja en niebla que es de leche cortada.
Los cánticos vuelan a corazón batiente, al recibir la luz de un sol como recién nacido.
1 comentario:
oh,hermosura de lema.
escribes bien.
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