lunes, 21 de abril de 2008

El monumento derretible (pt. 0)

a la cazadora de sombras, en su no-cumpleaños


De espaldas al habla, con la parte superior de los dedos viendo al interior de Dios, escudriñando sus rincones ocultos, sus cavidades amortajadas por el silencio o la duda que se implanta en torno a él para mantenerle lejos de las cavilaciones superficiales que podrían corromper su pureza.

El tacto es blando, como pan recién horneado cruzando por la puerta para encontrarse con el cuchillo y la mantequilla de maní. Se toma el artefacto y en seguida se unta el pan sobre la crema café de dulce aroma.

Un gato juega con la lechosa en el patio, mientras yo aun inspeccionando a Dios que se ha presentado esférico en su modo de saludar protocolariamente desde la distancia turbia de las horas, comienzo a masticar el pan con la mano que me ha quedado libre tras la exactitud del cuchillo.

Es curioso el que a cada mordida la textura cambie, como si la porción disminuida fuera una llave para andar en otro espacio de materia condensada, sin cambiar el camino.

Tocan la puerta, dejo de toquetear el esfero limítrofe (tras la correspondiente persignación) y salgo a ver quien es. Andando hacia la puerta noto a la lechosa jugando con el gato, en esa reflexión de actividades digna de una función biyectiva.

-Buen día

-Buen día- contesto con tono escéptico.

-Vendo oraciones, bla bla bla… Salvación y resurrección…. bla bla bla...

-Pase por favor- digo mientras señalo el sillón verde en la sala de cristal.

Llamo al gato y a la escalera, y en seguida traigo al buen Dios.

El hombre implota en la visión, y la fé reverdece en la espalda de mí felino gatuno.



3 comentarios:

Anónimo dijo...

Mmm... que interesante, bueno, mas que nada como una capa gustosa... de esas sabanas celestes no se :P
Esta muy bueno... claro que tuve que ser algo secuencial (palabra... luego palabra...)
como una historia en una esfera poco conocida... en fin, enserio escribes muy bien...
saludos.

Anónimo dijo...

Quimera de las letras, gran trabajo llevas a cabo en la constitucion de tu obra.
Posees buen estilo y textura propia.
Suerte. (Aceptala como si falta te hiciera, aunque evidentemente no lo haga)

Anónimo dijo...

Cada vez parece un escrito más bello
: )