martes, 3 de marzo de 2009

A propósito de Girondo

No se, me importa un pito que las mujeres tengan los senos como pepitas de calabaza, o como racimos de uvas, que se corten el cabello a la usanza mohicana, o que se cuelguen de la enredadera doscientos kilos de alcohol y mescalina, que en las manos se coloquen los huesos flacos de sus húmeros (y hay, parís con aguacero) para cantar rondas desérticas o selváticas con el choque de los huesos, que lleven en los ojos la insignia de la calavera (the window of the skool) y no se cuantas más mezclas de acero y vodka, para hace seguir lloviendo cavidades y letargos. Pero eso si, y en esto la irreductibilidad corre a grado sumo, no les condono ni en pequeñez insular que no sepan flotar, por que de hacer separar los pies del suelo está tallado el camino a los cielos.

2 comentarios:

Juan Carlos Cabrera Pons dijo...

Nuevamente, la forma correcta es:

"No se me importa un pito", pues no se le importa un pito. Y no: "No sé, me importa un pito", forma torpísima para empezar éste o cualquier otro poema.

Tales de Mixcoac dijo...

-edición comentada y crítica-