domingo, 30 de noviembre de 2008

Diario de Arturo Montoya

El 30 de noviembre de 1972, puede leerse en el diario de E.E. Bacardi:

No podría interesarme menos la literatura comparada.

5 comentarios:

Juan Carlos Cabrera Pons dijo...

Oh buen Efigenio, si estuvieras aquí para saberlo, a mí me interesa todavía menos.

Anónimo dijo...

"¿qué?"

Desafortunadamente no tengo más frente a mi limitado pensar. (A menos que sea momentáneo, o tal vez no se leer códigos secretos de E. Bacardi)

Anónimo dijo...

Oh, debe ser porque tu mente es eurocéntrica. Indudablemente la culpa de todo la tienen los ingleses por aseverar que uno siente cierto placer al leer a Shakespeare. ¿Cómo se atreven? Es su puro eurocentrismo, deberían leer a más latinoamericanos y menos a Shakespeare, si no lo hacen es por prejuicios de raza. Lo digo yo, que jamás leí a Shakespeare. También me gustaría reclamarles el hecho de conocer, indudablemente ningún inglés lo hace, escritores rumanos. Yo no los conosco, pero como yo no leo a Shakespeare, no se me puede acusar de eurocentrismo. Ignoro, por cierto, si Rumania está en Europa, África o la Atlantida.

Anónimo dijo...

El verdadero problema con Shakespeare, además de su mentado eurocentrismo -hay que señalar que el inglés ése ni siquiera viajó a Nicaragua, que no era propiamente un país entonces, pero con las aerolíneas baratas de hoy en día, sigue siendo un crimen no visitar Nicaragua. Como yo no soy eurocentrista no tengo por qué hacerlo, indudablemente toda latinoamerica es igual a mi barrio de Naucalpan, y es hermosa por no ser Europa-... Pero decía, el problema del eurocéntrico escritor aquél, que situó a Hamlet en Dinamarca sólo por no hacerlo en las mucho más hermosas Pampas argentinas, su problema pues, no es por lo demás, su eurocentrismo, sino su patente machismo. De haber revisado las obras completas de Elena Garro, hubiera sido un hombre mucho más respetable. Ja.

Juan Carlos Cabrera Pons dijo...

Oh buen Efigenio, si estuvieras aquí para saberlo, a mí me interesa todavía menos.